
Liderar en tiempos de ansiedad: estrategias de bienestar para cargos directivos
23 octubre, 2025
La paradoja del papel en la empresa: por qué aún se confía más en lo impreso y cómo superarlo
20 noviembre, 2025La agenda de un alto ejecutivo del sector público se llena de invitaciones, comités y espacios de “coordinación” que, con frecuencia, desplazan el trabajo estratégico. La experiencia muestra una paradoja: entre más alto es el cargo, más reuniones… y, a la vez, mejores decisiones cuando esas reuniones ocurren en el nivel correcto y con el diseño adecuado. Este artículo propone un marco práctico, adaptado a organizaciones del Estado, para reducir el tiempo en sala y aumentar la tasa de decisiones sin perder control ni trazabilidad.

El problema detrás de la “reunionitis” pública
- Delegación placebo: las responsabilidades indelegables obligan a reconvocar a la alta dirección para decidir, aunque parte del análisis ya se haya hecho aguas abajo.
- Espiral de ineficiencia: en niveles operativos cuesta más acordar, lo que empuja decisiones hacia arriba y satura la agenda ejecutiva.
- Foco perdido: “estar en reuniones” no siempre es “hacer el trabajo”; el exceso reduce el tiempo para pensamiento profundo, preparación legislativa/regulatoria, relaciones clave y gestión del riesgo.
Objetivo: pasar de “más reuniones, pocas decisiones” a “menos reuniones, mejores decisiones con evidencia y trazabilidad”.
Regla de Oro 1: Gobernanza del tiempo — ponga umbrales explícitos
En el Estado, la discrecionalidad del tiempo del ejecutivo suele estar fragmentada entre compromisos obligatorios y agendas ad hoc. Para recuperar foco, defina umbrales medibles:
- Límite de agenda en reuniones: tope de 35–40 % del tiempo semanal del ejecutivo para reuniones (el resto se protege para foco, revisiones de alto impacto y relación institucional).
- No-Meeting Blocks: franjas fijas de 2–3 horas de foco ininterrumpido por jornada (por ejemplo, 8:00–10:00 y 15:00–16:00).
- Cadencias oficiales: solo 3 tipos de reunión recurrente por nivel (p. ej., estratégica mensual, táctica quincenal, operativa semanal). Cualquier otra es ad hoc y debe justificarse con una decisión concreta.
Si una nueva reunión rompe los umbrales, debe sustituir a otra o resolverse en modo asíncrono.
Regla de Oro 2: La “escalera de decisión” (quién decide qué y cuándo escalar)
Formalice qué se decide en cada nivel para evitar la “delegación placebo”.
- Catálogo de decisiones: liste las decisiones repetitivas (contratación, presupuestos, prioridades, cambios normativos, riesgos).
- Matriz RACI ampliada:
- R (responsable de elaborar la propuesta),
- A (aprobador con autoridad formal),
- C (consultados obligatorios por norma),
- I (informados).
Agregue dos campos: riesgo (bajo/medio/alto) y evidencia mínima (documentos, análisis, dictámenes).
- Criterios de escalamiento: solo sube a la alta dirección si:
- supera umbral de riesgo/impacto,
- existe conflicto irresuelto entre áreas que impida ejecutar,
- requiere firma/competencia indelegable.
Cuando una decisión sube, llega predigerida con alternativas, costos, riesgos y recomendación técnica.
Regla de Oro 3: Portafolio de reuniones — menos tipos, más propósito
Trate las reuniones como un portafolio con reglas simples:
- Tres plantillas de reunión:
- Dirección estratégica (mensual, 90 min): definición de prioridades, reasignación de recursos, riesgos críticos.
- Táctica interáreas (quincenal, 60 min): dependencias, conflictos y habilitadores.
- Operativa (semanal, 45 min): bloqueos y estado de compromisos.
- Kill rule: si una reunión lleva dos ciclos sin decisiones ni cambios de rumbo, se cancela o se vuelve asíncrona.
- Lista blanca de convocables: solo quienes aporten o reciban una decisión. El resto se informa asíncronamente.
Regla de Oro 4: Diseño de cada reunión para decidir (no para “ponerse al día”)
El “Decision Brief”
Toda reunión que pida tiempo ejecutivo debe entrar con un brief de decisión de 1 página:
- Contexto: ¿qué problema público o interno resuelve?
- Decisión requerida (texto en infinitivo, una línea).
- Alternativas con trade-offs (3 como máximo).
- Riesgos y mitigaciones.
- Recomendación del responsable + evidencia adjunta (enlaces/expedientes).
- Dueño de la decisión (A) y ventana temporal.
Roles mínimos
- Chair (conduce, protege el propósito).
- Timekeeper (cuida los tiempos).
- Scribe (registra acuerdos en un Decision Log).
- Owner (ejecuta lo aprobado y rinde cuentas).
Timeboxing
- 5’ contexto, 20’ discusión de alternativas, 15’ decisión y “próximos pasos”. Cierre con quién, qué, cuándo.
Regla de Oro 5: Asíncrono por defecto, reunión como excepción
El Estado requiere trazabilidad. Aproveche eso a favor:
- Pre-reads obligatorios 24–48 h antes (quien no lee, no vota).
- Actualizaciones de estado en documento vivo (no en reunión).
- Comentarios y objeciones por escrito antes de la sesión; la reunión solo atiende disensos.
- Decisión por “consentimiento” cuando aplique: si no hay objeciones sustantivas documentadas, la propuesta se considera aprobada y se registra.

Regla de Oro 6: Métricas que importan
Mida para gobernar el sistema, no para llenar reportes:
- Tasa de decisiones por hora (objetivo: ≥1 decisión significativa cada 45–60 min en foros ejecutivos).
- Lead time de decisión (desde el brief hasta el acta firmada).
- % de reuniones con decisión tomada (meta ≥70 %).
- % de decisiones resueltas asíncronas (meta inicial 25–30 %).
- Retrabajo: número de reuniones repetidas por la misma decisión (meta 0–1).
- Costo-hora estimado de la reunión (suma de horas x nivel salarial) para visibilizar el “impuesto” de reunirse.
Un tablero mensual con estas métricas permite ajustar cadencias, asistentes y plantillas.
Regla de Oro 7: Participantes y suplencias con poder real
La presencia no equivale a capacidad de decidir. Defina:
- Suplencias con poder: cada cargo que integra comités debe nombrar suplente con firma para evitar reconvocatorias.
- Lista de verificación legal: qué decisiones exigen la presencia del titular y cuáles admiten suplencia o aprobación condicionada.
- Quórum funcional: si asiste el A con facultad y el scribe, se decide. Si falta evidencia mínima, se retira el punto (no se “conversa”).
Las reuniones son necesarias, pero no deben convertirse en destino. Con gobernanza del tiempo, escalera de decisión y diseño orientado a resolver disensos con evidencia, el ejecutivo del sector público puede decidir más y reunirse menos sin perder trazabilidad ni control. La clave no es “hacerlas más cortas”, sino convocar menos, preparar mejor y decidir siempre.
Preguntas frecuentes (FAQ)
1) ¿Qué hacer si la normativa exige mi presencia?
Asegure suplencia con poder cuando la norma lo permita; si no, concentre su presencia en puntos de decisión ya preparados con brief y evidencias.
2) ¿Cómo evitar la sensación de “no estoy trabajando” cuando no estoy en reuniones?
Programe bloques de foco con entregables claros (dictámenes, notas técnicas, revisiones estratégicas). El tablero de métricas mostrará impacto real.
3) ¿Cómo lidiar con áreas que se resisten al asíncrono?
Condicione el espacio en agenda a pre-reads enviados y objeciones registradas. Sin eso, el tema no ingresa a la sesión.
4) ¿Y si un comité se volvió un ritual sin decisiones?
Active la kill rule: se cancela o pasa a formato asíncrono hasta que aparezca una decisión concreta con brief.
5) ¿Qué indicadores revisar cada mes?
% de agenda en reuniones, tasa de decisiones por hora, lead time, % resueltas asíncronas y retrabajo.



